Cristina Sánchez vuelve a los ruedos 17 años después

  • Mi vuelta es una lección de lucha y valores para mis hijos

La matadora de toros Cristina Sánchez, que mañana sábado volverá a torear por un día en la feria de San Julián (Cuenca), quiere que esta momentánea reaparición en los ruedos sea "una lección práctica de lucha y de valores" para sus hijos.

La madrileña, de 45 años y madre de dos adolescentes, hará de nuevo el paseíllo en el coso castellano-manchego para lidiar una corrida de Daniel Ruiz alternando con Enrique Ponce y El Juli, justo cuando se cumplen diecisiete años desde su primera retirada.

En una entrevista con EFE, Cristina Sánchez incide en su doble condición de torera y de madre y considera que el gran esfuerzo que ha llevado a cabo para volver a torear "es la manera de demostrarles a mis hijos lo que siempre les repito para su vida cotidiana: que la lucha y el respeto a los valores siempre tienen recompensa. Probablemente, sea sólo una forma peculiar de reforzar mi teoría".

"Evidentemente -puntualiza- esa será una de las consecuencias de mi decisión, pero no la causa. En realidad, personalmente necesitaba tener otra vez esas sensaciones tan intensas, y a veces tan contradictorias, que sólo vivimos los toreros cuando estamos en activo. En el fondo, quería volver a sentirme torero después de tanto tiempo".

Aunque hizo una breve aparición en los ruedos a principios de la la década, Cristina Sánchez lleva ahora una vida muy distinta a la de sus años en activo como diestro tanto por su condición de madre, como de empresaria o comentarista taurina en Castilla-La Mancha TV.

"Por eso voy a torear esta única tarde", explica. No tengo intención de continuar porque implica dedicarle las veinticuatro horas al toro, algo que ahora no me puedo permitir. Esta corrida, y el tiempo que he necesitado para mi preparación, serán sólo un paréntesis en mi vida actual, porque además así se lo he prometido a mi gente".

"Además, los años han pasado y ya no me veo capaz de competir con los grandes toreros que están ahí arriba. Mi única y gran ilusión en esta reaparición es sólo volver a disfrutar pasándome un toro por la faja, pegar veinte pases a gusto y quedarme con ese regusto dulce en la memoria y en el espíritu", insiste Cristina Sánchez.

La mujer que ha llegado más lejos en el mundo de los toros tampoco quería que esta puntual vuelta a los ruedos tuviera connotaciones económicas, por lo que ha decidido donar todos sus honorarios a la fundación para la investigación del cáncer infantil que dirige el doctor Madero en el hospital del Niño Jesús de Madrid.

"Me daba mucho coraje que pudieran pensar que volvía a torear por dinero, cuando repito que no es así. Así que de esta manera mato dos pájaros de un tiro: acabo con las posibles reticencias y contribuyo con mi granito de arena a un precioso proyecto, como es costumbre en el mundo del toro", recalca.