Amigos y familiares asisten a la capilla ardiente de Ana Mª Moix

Ana María Moix
Ana María Moix |Telemadrid

Un centenar de amigos del mundo de la cultura y familiares han asistido esta tarde a la capilla ardiente de la escritora, periodista y poeta Ana María Moix, fallecida a los 66 años el pasado viernes en Barcelona.

A pesar de que el desenlace final se veía como inevitable, sobre todo desde la recaída en el cáncer el pasado verano, a sus más allegados les cuesta todavía asimilar la pérdida de "una gran autora, una editora ejemplar y una persona de una asombrosa generosidad", han coincidido todos los asistentes.

La capilla ardiente se ha abierto a las 14 horas en el Tanatorio de les Corts, en Barcelona, y en el módulo 13, junto al féretro, varias coronas de flores, enviadas por las editoriales RBA o Random House, por Patricia y Mario Vargas Llosa, por la Agencia Literaria Carmen Balcells, acogían a los visitantes.

Uno de los primeros en visitar la capilla ardiente ha sido el ex alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, que también ha dedicado unas palabras emotivas de recuerdo a la malograda escritora y editora en el libro de condolencias.

El académico y poeta Pere Gimferrer, compañero 'novísimo' de la famosa antología de Josep Maria Castellet, el escritor Juan Marsé, y las escritoras Carme Riera, Marta Pessarrodona, Cristina Fernández Cubas, Nuria Amat, Clara Usón, Olga Merino y Berta Marsé son algunos de los compañeros de viaje y amigos de las letras que han querido arropar a la familia en el Tanatorio de Les Corts.

También han estado presentes en la capilla ardiente las editoras Beatriz de Moura y Pilar Beltrán, sus agentes literarias Gloria Gutiérrez y Carina Pons, y el editor Enrique Murillo, quien recordaba: "Ana María Moix publicó mi última novela, hace casi diez años, en la editorial Bruguera".

Entre los asistentes los autores destacaban su "gusto y criterio" como editora, unos valores que aprendió, recordaban, de sus maestros Carlos Barral y, sobre todo, de Josep Maria Castellet, fallecido hace apenas un mes.

Los editores subrayaban su calidad literaria y lamentaban que no hubiera escrito mucho más, una discreción que Ana María Moix llevó a todos los planos de su existencia.

Fuera del mundo literario han visitado la capilla la cantante Marina Rosell, el historiador del arte y el cine Romà Gubern, el director y actor teatral Josep Maria Pou, la cineasta Anaïs Schaaf, que era una de las ahijadas de su hermano Terenci Moix, o la periodista María Luisa Blanco.

Ha querido el azar que la capilla ardiente de Ana María Moix, ferviente culé, se haya abierto en un tanatorio a escasos metros del Camp Nou y unas horas antes del inicio del partido entre el Barça y el Almería.

Esta circunstancia también ha alterado la capilla cuando la megafonía del tanatorio ha anunciado que debido al partido de fútbol la guardia urbana comenzaba a retirar los vehículos estacionados en la zona azul.

Cuando no se hablaba de literatura o de la crisis de la cultura, especialmente cuando ha estado en la sala el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, el tabaco y el cine eran otros temas recurrentes en las conversaciones entre los asistentes.

El funeral laico en memoria de Ana María Moix, la musa y poeta de la burguesa y progresista 'gauche divine', tendrá lugar en el mismo tanatorio mañana a las 12 horas.