Liverpool, mucho más que Beatles y fútbol

  • Sí, es lo más destacado. Pero la ciudad del Mersey también tiene monumentos, arte y un animado puerto

Música y fútbol son las dos grandes banderas de Liverpool, al noroeste de Inglaterra. Conocemos la ciudad de Los Beatles, aunque el visitante se puede sorprender: la cantidad de monumentos y edificios históricos de la ciudad es considerable y completan el abanico de posibilidades para el turista.

Arrancamos nuestro viaje con Luz en los muelles de Albert Dock, de mediados del siglo XIX, que quedaron fuertemente dañados tras la Segunda Guerra Mundial. Hoy son uno de los principales reclamos turísticos y comerciales de la ciudad.

Entramos en el Museo de The Beatles, que cada año recibe unos 250.000 visitantes, donde se puede revisar toda la historia del mítico grupo. Y conocemos el hotel Hard Days Night, dedicado también a la banda. Para cerrar el círculo, no podemos dejar de visitar Mathew Street, la calle más visitada de Liverpool, donde tomar unas pintas y escuchar buena música en alguno de sus muchos bares, entre ellos The Cavern, el club en el que Los Beatles se hicieron famosos.

Pero Liverpool también tiene otros atractivos, como su zona más arquitectónica y monumental. Carlos, guía turístico, nos muestra las llamadas Tres Gracias: el Royal Liver Building, el Cunard y el Edificio del Puerto, los tres de primeros del siglo XX y Patrimonio de la Humanidad. También destacan la columna de Wellington, la Galería de Arte o St. George's Hall, el edificio de estilo neoclásico más grande de Europa.

UNA CIUDAD MONUMENTAL

Al final de la calle Wall Street se encuentra la iglesia de San Lucas, que no tiene techo debido a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Y recorremos el famoso túnel de Kingsway, que fue el más largo del mundo hasta los años treinta del siglo pasado, y en el que se han rodado escenas de películas como 'Harry Potter y las reliquias de la muerte' o 'Fast & Furious 6'.

Pero la gran obra faraónica de Liverpool es la Catedral, la anglicana más grande del mundo, del siglo XX, y que guarda el órgano más grande del Reino Unido y curiosidades como una cafetería en su interior o una cabina telefónica, homenaje a su creador. Pero también hay espacio para el catolicismo: la Catedral Metropolitana, de 1967, está llena de colorido.

Con Ismael conocemos el Barrio Chino, el más antiguo de Europa, y con Patricia montamos en un ferry que navega por el Mersey y permite observar la zona porturia y el skyline de la ciudad.

Liverpool también está ligada al mítico Titanic. Aquí se fundó la naviera que lo construyó y el Museo del Titanic da fe de la trágica leyenda.

Y, POR SUPUESTO, FÚTBOL

Sergio nos muestra la playa de Crosby, a unos 15 minutos del centro, que acoge las curiosas esculturas de Antony Gormley. Y después de presentarnos a su hermano mellizo Óscar, paseamos por Sefton Park y llegamos a Anfield Road, el otro símoblo de la ciudad, el estadio del Liverpool FC. No nos marchamos sin disfrutar, por último, de otra de las atracciones cercanas al puerto, la noria.

RECOMENDACIONES DE VIAJE

Documentación: DNI.

Visado: No.

Vacunas: No son obligatorias ni necesarias.

Moneda: Libra esterlina.

Seguridad: Como consecuencia de los últimos atentados terroristas en Europa, el Reino Unido ha reforzado sus medidas de seguridad y control en los accesos al país, pero ello no implica cambios en los requisitos de entrada. Pero en general las condiciones de seguridad son buenas en general. En Liverpool, como en otras grandes ciudades, no es aconsejable visitar barrios periféricos.

Sanidad: Las condiciones de sanidad son muy buenas. Es especialmente aconsejable tramitar la Tarjeta Sanitaria Europea antes de viajar.

Datos útiles: En el Reino Unido está prohibido consumir alcohol en la calle. Fuera de las terrazas o jardines de los pubs, no se puede ingerir alcohol. Esta medida guarda una estrecha relación con la obligación de respetar el vecindario de las zonas de bares y pubs, aún en horario de apertura al público. Y, como es sabido, en las carreteras y calles británicas los vehículos circulan por el lado izquierdo de la calzada. Ello dificulta la orientación tanto de conductores como de los peatones, habituados a la circulación por la derecha. Se dan con cierta frecuencia atropellos de turistas españoles. No está de más, por ello, redoblar la precaución a la hora de cruzar las calles.