Madrid está lleno de baches y de baches peligrosos, están en todas las vías urbanas, pero los carrilles bus de calles como Alcalá, Goya, Princesa o el Paseo de Extremadura, se llevan la palma y ostentan gran agujeros en el asfalto. Nadie se explica cómo los autobuses no revientan las ruedas.
Pero eso no es lo peor: Conductores y usuarios se quejan de que estos baches ponen en peligro la conducción y que están provocando además lesiones en los conductores. Lo denuncian también el PSOE y sindicatos de la EMT. Los conductores de autobuses incluso se salen de su carril para esquivar los agujeros, con los riesgos que eso comporta.
Para muchos pasajeros el recorrido en autobús de la EMT por el Paseo de Extremadura es una montaña rusa, y la amortiguación de los vehículos sufre de lo lindo. Los responsables son los baches que se extienden por toda la calle. Los conductores denuncian el mal estado del asfalto. Se conocen su localización y para esquivarlos invaden otros carriles, lo que perjudica al tráfico
Denuncian también que han sufrido lesiones que han ido apareciendo con el paso del tiempo, además de los problemas en los vehículos que acaban en el taller y con los pasajeros en tierra.
La situación se repite, según la denuncia socialista hasta en 10 grandes arterias de la capital. Aplauden la creación de 24 nuevos kilómetros de carril bus, pero quieren que esten en condiciones.
Desde el equipo municpal insisten en que los baches son fruto de años sin mantenimiento por parte de anteriores gobiernos y se remiten a la operación asfalto de este verano, que dicen que será "la más grande de la historia de la ciudad".
