La mujer de Agatha Ruiz de la Prada brilla con luz propia

La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada ha sido la encargada de abrir la segunda jornada vespertina de la Cibeles Madrid Fashion Week con una colección en la que presenta a una mujer que es capaz de brillar con luz propia en un mundo cada vez más oscuro. Arropada por un público abarrotado y entregado, entre los que destacaba su 'incondicional' Pedro J. Ramírez y el futurologo Octavio Acebes, la modista madrileña, que cumple 30 años desde que hiciera su primer desfile, ha presentado las tendencias que se llevarán para el otoño - invierno 2011.

Siendo fiel a sí misma, Agatha ha presentado a una mujer alegre que se atreve con todo. Así destacan las vestidos entallados y largos, trajes de chaqueta, pantalones entallados, chaquetas torera, jersey ceñidos, abrigos largos o cortos que la aportan la comodidad necesaria para el día a día. No obstante, la mujer de Agatha también es capaz de decantarse por vestidos con volantes y elegantes blusas adornados con originales volantes y pantalones vaqueros pitillos, que aportan a la mujer de Agatha una sencillez a la que poco nos tiene acostumbrados. El rojo, blanco, fuscia, rosa, verde, amarillo, azul, naranja... son la gran variedad de colores que presenta la diseñadora madrileña en esta colección.

Las formas, otro de sus señas de identidad, están muy presente en la colección. Así, las siluetas se trasforman en globos a través de frunces y pliegues que marcan escotes, puños y cinturas. Los tejidos aportan comodidad, sencillez y calidad a los diseños, destacando paños lana, tipo muflón, algodones en tricot, circular y satén, sedas en rasos, tafetas, jaquard y terciopelos perfectos para el frío invierno. Como novedad, la colección incorpora los materiales impermeables como las lentejuelas y los efectos metalizados que aportan brillo y luz a las siluetas. Sin dejar de lado los enormes corazones.

Como complementos sobresalen los sombreros, realizados principalmente en capelinas de lana, de formas sencillas y divertidas; las gafas de formas imposibles y de grandes tamaños se mezclan con collares de plata, cristales y esmaltes que aportan a la colección un toque de originalidad. Los bolsos, estampados, en charoles son básicos tanto para el día más informal como para la noche más sofisticada. Y por último, los zapatos, sin adornos y de diversos colores, buscan la comodidad para el día a día.