Partido de alta tensión en el estadio Vicente Calderón, donde el Atlético confía en remontar el resultado adverso conseguido por el rival madridista hace una semana en el Bernabéu. El gol de Ozil, conseguido en los últimos minutos del partido de ida, parecía sentenciar la eliminatoria.
Sin embargo, el empate de los blancos con sabor a derrota en Almería y la victoria holgada de los rojiblancos frente al Mallorca y ya sin el Kuhn Agüero, lesionado, en el campo, dan pie a pensar en la posible remontada. Mientras Mourinho señala que cualquier empate les vale, los colchoneros apelan a la épica, a un partido caliente y a empezar y terminar el partido como caballos, como ha señalado el técnico atlético, Quique Sánchez Flores.
Las cosas han cambiado mucho en una semana. Tras los resultados del domingo en la Liga, el Real Madrid es poco menos que un polvorín, en el que Mourinho es señalado por los árbitros, por sus dirigentes, que no entienden la presencia de Benzema en el banquillo de Almería, hay rumores de desencuentro entre técnico y directiva, de romper relaciones al final de temporada. Ha tenido que salir al paso el capitán Iker Casillas, para declarar que Mourinho está muy a gusto en el Real Madrid y que la idea es que esté muchos años en el banquillo.
"Este es un derby para salir en camilla", ha declarado Adelardo, ex jugador rojiblanco. Una cosa es que haya combatividad, pelea, lucha y tensión, y otro terminar el partido en una camilla. A las 10 de la noche, partido de vuelta caliente en busca de la remontada.
