El juez propone juzgar a Neymar, su padre, Bartomeu, Rosell y el Barça

  • Por corrupción y estafa por su fichaje por el FC Barcelona
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El juez José de la Mata ha propuesto que sean juzgados por delitos relacionados con su fichaje por el Fútbol Club Barcelona el jugador Neymar da Silva Junior, sus padres, el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, y su antecesor, Sandro Rosell, así como el propio club catalán y el Santos brasileño.

En un auto este magistrado de la Audiencia Nacional acuerda la transformación en procedimiento abreviado de la investigación por el fichaje del delantero brasileño a raíz de una querella de la empresa DIS.

POR CORRUPCIÓN Y ESTAFA

Propone que sean juzgados por corrupción entre particulares y estafa impropia el presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, y su antecesor en el cargo, Sandro Rosell, así como el propio club catalán, y solo por el primero de los delitos el jugador, sus padres y la empresa N&N y solo por el segundo Odilio Rodrigues Filho (que actuó como dirigente del Santos) y el club brasileño.

En el auto por el que pone fin a la instrucción, el titular del Juzgado Central de Instrucción Cinco da diez días a las acusaciones para que soliciten la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa. De la Mata recuerda en su resolución judicial que la Sala de lo Penal ordenó reabrir la causa el pasado mes de septiembre y continuar las diligencias por el trámite del procedimiento abreviado.

Ahora, dando cumplimiento a ese auto de la Sala, el instructor fija los hechos objeto del procedimiento y las personas contra las que se dirige. Según explica el instructor, tal como establece la Sala de lo Penal el contrato firmado en 2011 por el que Neymar recibiría 40 millones de euros para fichar en el futuro por el Barcelona "habría alterado el libre mercado de fichaje de futbolistas".

Ello "al impedir que el jugador entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia, de modo que se obtuviera una mayor cantidad económica por el traspaso", constituyendo el delito de corrupción entre particulares.

"Si el objetivo de este contrato fue directamente alterar el mercado de fichajes de futbolistas, según estima la Sala, entonces es razonable pensar que los dos directivos que intervinieron en su firma", Rosell y Bartomeu, entonces presidente y vicepresidente, respectivamente, "fueron responsables de esta decisión, de la firma del contrato y conscientes de esta finalidad ilícita", añade.