Seiscientos cuarenta y tres millones de euros, sí, sin contar los doscientos veinticinco que invirtió en la compra del club en el verano de dos mil ocho. En su primera temporada gastó ciento cincuenta y cinco millones en fichajes.
Sí, Robinho fue el primer gran fichaje del jeque. Dejó el Madrid a cambio de cuarenta y tres millones. Pero fue que no. El equipo sólo pudo ser décimo en la premier y el cheque siguió tirando de efectivo. Para su segunda temporada, se gastó ciento cincuenta millones.
Carlos Tevez, Enmanuel Adebayor y Roque Santa Cruz entre otros llegaron ese verano. El City acabó la temporada quinto. No era suficiente. Para la tercera temporada, otra vuelta de tuerca. El record. Al Mansour se gasta casi ciento ochenta millones de euros. Yaya Touré por treinta millones, Silva por veintinueve, más Balotelli, Dzeko, en fin, una locura. En la liga es tercero y por fin llega el primer título, la Copa inglesa, gracias a este gol de Yaya Touré.
En el verano de dos mil once el jeque gasta otros cien millones. El fichaje estrella le costó cuarenta y cinco. El Kun fue el que marcó el gol que por fin le dió la liga al City, en el último suspiro del campeonato.
Este verano que ahora acaba sólo ha invertido sesenta y cuatro millones, veinte de ellos en Javi García. Y el objetivo es la Champions. El dinero no dará la felicidad, pero ayudar ayuda.
