La Clásica San Sebastián, una de las mejores pruebas ciclistas de un día del calendario internacional, se disputará mañana con los hombres que llegan del Tour como principales candidatos a un triunfo que estará caro por el cambio de diseño del circuito.
La organización, acorde con los nuevos tiempos del ciclismo, ha endurecido si cabe más la carrera que ya es complicada por la orografía del territorio guipuzcoano, pero ahora con el doble paso por el alto de Jaizkibel, de primera categoría, el abanico de favoritos se reduce y del ramillete hay que excluir a los esprinters.
Dos son los perfiles ganadores de esta clásica, o bien un hombre en buen momento de forma, combativo, que sorprende al pelotón, como Carlos Barredo, del Quick Step, el pasado año, o los 'clasicómanos' que quieren seguir haciendo acopio de puntos en su lucha por la clasificación final.
La participación será un año más de alto nivel, a pesar de las bajas que suelen producirse en las horas previas a la carrera, ya que la preinscripción se completa con nombres como Alberto Contador, Andy Schleck, Ivan Basso, Joaquim Rodríguez, Samuel Sánchez o Carlos Sastre.
Junto a los grandes nombres los aficionados deberán de tener en cuenta también a los especialistas puros, como el belga Philippe Gilbert o el italiano Damiano Cunego, que siempre responden bien en pruebas de un sólo día.
Si el tiempo acompaña, como así es la previsión, se esperan miles de aficionados en las cunetas de las carreteras por la que transita la carrera y sobre todo, en las rampas de Jaizkibel, el gran símbolo de esta Clásica.
David Millar es otro de los grandes que podría también entrar entre los candidatos de renombre en la lucha por un triunfo final que, como casi siempre, se resolverá en los últimos 40 kilómetros, al olor de la costa donostiarra.
