El Valencia Basket fue capaz de despejar desde su pista al imponerse a un Movistar Estudiantes muy alejado de su mejor versión ofensiva.
De este modo, la presión de la victoria viajaba hasta la Fonteta donde el Valencia Basket iba a disputar un exigente duelo europeo. Un choque que el equipo de Rubén Burgos afrontó con un alto nivel de concentración para contener los primeros ataques del Movistar Estudiantes y poder asumir así esas primeras rentas de la noche.
Diez minutos que marcaron la totalidad del encuentro ya que los tres cuartos restantes se iban a desarrollar por idéntico camino con un Movistar Estudiantes muy errático en el tiro, un Valencia Basket muy trabajador en el rebote y una Maria Gulich que resolvía cerca de los aros para dejar la victoria en casa (55-33)
