Ruth Beitia, plata en el Mundial

  • El oro fue para la estadounidense Cunningham, 18 más joven que Beitia, y el bronce, para la polaca Licwinko
  • Completa en Portland su docena de medallas

Ruth Beitia refrendó su condición de mejor atleta española de la historia al conseguir en los Mundiales en pista cubierta de Portland (EEUU) su duodécima medalla internacional, una presea de plata que le supo a oro, por detrás de la estadounidense Vashti Cunningham, 18 años más joven.

Cunningham no cometió un solo fallo hasta que la varilla estuvo en 1,96 y eso le dio el título, ya que la plusmarquista española, la polaca Kamila Licwinko -defensora del título- y la lituana Airine Palsyte también superaros la misma altura.

NUNCA FALLA EN LAS GRANDES CITAS

A dos semanas de cumplir los 37, Beitia, plusmarquista mundial de veteranos con 1,98, es ya, junto con El Expreso de Maput', que así se le llamó a la ochocentista mozambiqueña María Mutola, la atleta que más Mundiales bajo techo ha disputado. Hace quince años, en Lisboa, debutó con un séptimo puesto y un salto de 1,93.

Desde entonces Ruth no ha faltado nunca a la gran competición invernal, en la que ya tenía una medalla de plata (Doha 2010) y dos bronces (Moscú 2006 y Sopot 2014) y la de este domingo era su octava final. Sólo se perdió la de Budapest 2004, donde cayó en la calificación con 1,93.

En el mejor momento de la temporada Beitia llegaba a Portland en su mejor momento de la temporada, en el segundo puesto del ránking mundial del año después de haber saltado 1,98 en los campeonatos de España, a un solo centímetro de la revelación del año, la júnior estadounidense Vashti Cunningham, a quien dobla en edad.

SIN LAS RUSAS

La final directa, sin rusas tras la inhabilitación de la IAAF a la Federación de ese país por corrupción y dopaje masivos, ofrecía un atractivo enfrentamiento entre dos singulares plusmarquistas mundiales: la española tiene el récord del mundo de mayores de 35 años, la estadounidense el de menores de 20. Las once finalistas superaron las dos primeras alturas (1,84 y 1,89).

Las despedidas comenzaron en 1,93, altura que eliminó a tres. Cunningham continuó su impecable concurso: 1,96 a la primera. Beitia necesitó dos saltos, pero lo hizo y se colocó segunda entre las cuatro supervivientes. Con el listón en 1,99 las cuatro fallaron sus tres intentos. "Que nadie piense que porque no vayan las rusas será más fácil", había advertido Beitia.

En efecto, allí estaban, además de la joven norteamericana, la defensora del título, la polaca Kamila Licwinko, que llega con una marca de 1,97; la lituana Airine Palsyte, con igual registro, y la italiana Alessia Trost, invicta este invierno, que derrotó a Ruth en la reunión de Madrid y buscaba su primera medalla internacional sénior.

La colección de medallas de Ruth Beitia incluye, al aire libre, una mundial (bronce en Moscú 2013) y dos europeas (oros en Helsinki 2012 y Zúrich 2014), y en pista cubierta cuatro mundiales (plata en Doha 2010 y Portland 2016, bronces en Moscú 2006 y Sopot 2014) y cuatro continentales (oro en Gotemburgo 2013, platas en Madrid 2005, Turín 2009 y París 2011, y bronce en Birmingham 2007).