Roland Garros: Nadal avanza imperturbable a octavos

  • El mallorquín suma su triunfo número 31 consecutivo en la tierra batida de París
Rafa Nadal
Rafa Nadal |Telemadrid

Rafa Nadal logró el pase a los octavos de final de Roland Garros, torneo que persigue anotarse por novena vez, tras derrotar al último argentino superviviente en el cuadro masculino, Leonardo Mayer, que se inclinó por 6-2, 7-5, 6-2 en dos horas y 17 minutos.

Con este triunfo, el jugador mallorquín suma su triunfo número 31 consecutivo en la tierra batida de París, con lo que iguala su mejor serie en este torneo. En total, acumula 62 victorias, un récord, y una derrota la que le propinó en octavos de final en 2009 el sueco Robin Soderling.

LAJOVIC, SIGIENTE RIVAL

"Es muy emocionante cada vez que entro en la pista Philippe Chatrier, donde tengo tantos recuerdos", indicó el español, que tras ganar su encuentro mostró su apoyo a la fundación del extenista francés Jérôme Golmard, afectado de la enfermedad de Charcot.

Para avanzar a cuartos, el español tendrá que derrotar al joven croata Dusan Lajovic, de 23 años y número 83 del mundo, que juega su segundo Grand Slam tras haber disputado este año el Abierto de Australia.

EL CROATA, ENTRE LOS 16 MEJORES

Lajovic, segundo serbio de mejor ránking tras Novak Djokovic, no ha superado la segunda ronda de ninguno de los torneos en los que ha participado este año.

Pero contra todo pronóstico se ha plantado entre los 16 mejores de Roland Garros tras derrotar en tercera ronda al estadounidense Jack Sock, algo mermado físicamente en el último tramo del partido. Con anterioridad, Lajovic se había deshecho del estonio Jurgen Zopp y del argentino Federico Delbonis.

Nadal controló bien su duelo contra Mayer, salvo en el tramo final del segundo set, cuando cedió tres juegos consecutivos y desperdició la ventaja que llevaba. Pero pronto se rehizo, rompió el saque del argentino en el undécimo y cerró el set.

El tercero comenzó con rotura de Nadal, que enseguida le devolvió Mayer, que en el siguiente se adjudicó su propio saque. Fue el último de su estancia en Roland Garros, porque el español sacó la apisonadora y se hizo con los cinco siguientes para certificar su pase a octavos.