El Leicester, campeón de la Premier League

  • Se proclamado campeón por vez primera en su historia tras el empate del Tottenham ante el Chelsea (2-2)
  • La euforia se desata en la casa de Vardy

El Leicester City se ha proclamado campeón de la Premier League por vez primera en su historia a falta de dos jornadas para acabar el campeonato, después de que el Tottenham Hotspur, segundo clasificado, no pudiera pasar del empate (2-2) contra el Chelsea en Stamford Bridge. El Tottenham necesitaba un triunfo para seguir teniendo alguna opción.

El Tottenham necesitaba un triunfo para aplazar el histórico logro del modesto Leicester, entrenado por el italiano Claudio Ranieri, pero un gol de Hazard en el minuto 82 culminó la igualada del conjunto local. Kane y Son Heung-Min habían puesto el 0-2 en la primera parte.

En cambio, Cahill, en el minuto 57, y el propio Hazard adelantaron el alirón del Leicester, un club modesto que iba a luchar por la permanencia al inicio del curso, pero que lo ha cerrado de forma casi perfecta, con 22 victorias y tan sólo tres derrotas, dos con el Arsenal y otra con el Liverpool.

LA EUFORIA SE DESATA EN LA CASA DE VARDY

La euforia se desató en el domicilio del delantero del Leicester Jamie Vardy cuando el árbitro Mark Clattenburg indicó el final del partido de Stamford Bridge entre el Chelsea y el Tottenham, que terminó con un empate que coronó campeón al conjunto de Claudio Rainieri.

La plantilla de los foxes se citaron en la casa del atacante del Leicester, elegido el mejor jugador de la Premier en este año. Numerosos seguidores del equipo se agolparon con el paso de los minutos también alrededor del recinto, a la espera de noticias.

La situación mejoró poco a poco. Tras la decepción de la primera parte, en la que el Tottenham alcanzó una diferencia de dos goles, anotados por Harry Kane y el surcoreano Heung-Min Son, todo empezó a cambiar en la segunda parte.

Las ilusiones del plantel del Leicester se animaron cuando Gary Cahill acortó distancias. Pero especialmente se celebró el gol del empate del belga Eden Hazard. En el salón de la casa de Vardy los jugadores celebraron eufóricos el gol. Aguantaron el tipo hasta el final del choque cuando se desató el éxtasis.

Fue el domicilio del máximo goleador del equipo el punto de encuentro de los foxes. También el inicio de la fiesta y de una previsible larga noche en la ciudad en la que no se sabe si estará el técnico, Claudio Rainieri, que en las vísperas advirtió su marcha a Roma para comer con su madre.