Antonio López se despide del club con lágrimas tras una década y tres títulos

Antonio López, capitán del Atlético de Madrid, se despidió este viernes entre lágrimas del club rojiblanco, después de más de una década en la entidad, desde el juvenil hasta el primer equipo, con el que ha levantado tres títulos europeos, en un acto emocionante celebrado hoy en el museo del estadio Vicente Calderón.

Acompañado de empleados del club, de los fisioterapeutas, encargados de material, utilleros y delegado del primer equipo, de compañeros como Gabi Fernández o Fran Mérida, del presidente, Enrique Cerezo, del director deportivo, José Luis Pérez Caminero, o del responsable del fútbol base, Carlos Aguilera, entre otros, Antonio López dijo adiós al Atlético, con el que termina contrato.

"Esperaba no llorar", admitió el futbolista, con los dos trofeos de la Liga Europa de 2010 y 2012 y de la Supercopa de hace dos años a su lado, instantes después de que se le cayeran algunas lágrimas con la lectura de una carta dirigida a él por parte de Esteban Arevalo, fisioterapeuta del primer equipo.

"Quien me iba a decir hace quince años que iba a estar dando esta rueda de prensa, cuando salí de Benidorm, con mi padre, mi tío y mi madre llorando desde la ventana, y vine aquí a Madrid. Desde el primer momento me tratasteis como mi familia, me recibisteis con los brazos abiertos y en el colegio Amanecer me trataron como si fueran mis padres y me ayudaron a ser, aparte de mejor futbolista, también mejor persona", recordó.

"Podría ir uno a uno pero me tiraría todo el día agradeciendo a toda la gente. Si quería destacar a todos los empleados del club, a la dirección deportiva, a los dirigentes, al área social, a comunicación, a seguridad, abonados, voluntarios... Agradecer el trato que me habéis dado y el respeto que habéis mostrado", añadió.

En su paso por el Atlético, Antonio López explicó que, "en quince años", le ha dado "tiempo a vivir muchas cosas aquí". "Si me preguntáis con qué me quedo, me quedaría con mil. No quería pasar por alto el haber tenido la oportunidad de ser Embajador de Infancia Sin Fronteras gracias a la Fundación Atlético de Madrid", recordó.

"Me quedo con muchas cosas, con el haber vestido por primera vez la camiseta del Atlético; el haber ido a la selección española gracias a este equipo y jugar un Mundial, que es el sueño de todo niño y, por supuesto, el mío también. Y un detalle que no quiero pasar por alto, que es que, el día que falleció mi hermana, el Frente Atlético tuvo un gesto muy bonito que fue sacar una pancarta muy grande recordándola. Y de aquí por eso, por todo su aliento y apoyo a los jugadores, también se lo quería agradecer", prosiguió.

También destacó los tres títulos, dos en 2010, la Liga Europa ante el Fulham en Hamburgo y la Supercopa frente al Inter en Mónaco, y otro en 2012, también en la Liga Europa contra el Athletic en Bucarest. "Siempre dije que no me podía retirar del Atlético sin ganar un título y gracias a Dios he conseguido tres", explicó.

"Soy muy afortunado de poner esa bufanda a Neptuno. Es una de las fotos más grandes que me llevo de aquí. Me podría tirar horas agradeciendo a todo el mundo. Quería agradecer también todo su apoyo a los aficionados, que son lo más grande que tiene este club. Son los mejores. Y juntos estos últimos años hemos conseguido olvidarnos de aquel anuncio publicitario tan bonito y tan bueno que era ¿Papá por qué somos del Atleti? Ahora, todos los niños quieren ser del Atleti, porque ven a este equipo levantar títulos", agregó.

"Los entrenadores. He tenido muchos y me llevo lo mejor de cada uno. Los de azul (los empleados del club en el día a día del primer equipo, utilleros, encargados de material, médicos, fisioterapeutas...) agradeceros todo. Sois compañeros no de campo, pero sí de vestuario. Sois mi familia y agradeceros que me habéis tratado como a un hijo y que sepáis que el cien por cien de los títulos y de donde está el Atlético es gracias a vosotros", dijo.

"Y, cómo no, a mis compañeros, mis hermanos de sangre", continuó Antonio López, interrumpido en su discurso por sus propias lágrimas y por el aplauso posterior de los asistentes al acto. "Lo habéis sido todo para mí y me habéis ayudado. Siempre he dicho que podía fallar como capitán en alguna cosa, pero nunca he querido fallaros a vosotros. Y espero que así haya sido. Habéis logrado que sea mejor futbolista y sobre todo mejor persona", añadió muy emocionado.