Andy Panko, un veterano con mucho baloncesto en la sangre

  • Ala-pívot estadounidense del Baloncesto Fuenlabrada
Andy Panko, jugador del Fuenlabrada
Andy Panko, jugador del Fuenlabrada |Telemadrid

El ala-pívot estadounidense Andy Panko, que cumple en el Baloncesto Fuenlabrada su duodécima temporada en la Liga Endesa asegura en una entrevista con EFE que tiene aún "mucho baloncesto en la sangre" y se siente "feliz" en su primera temporada como fuenlabreño.

Pese a que el arranque ha sido bastante duro, con cinco derrotas y una única victoria ante Bilbao Basket en la segunda jornada, Panko confía en que el equipo supere la irregularidad mostrada a base de "mentalidad" y pueda levantar el vuelo a partir del próximo encuentro, el sábado ante Estudiantes en el Fernando Martín.

Después de tres derrotas consecutivas (Canarias, Río Natura Monbus y Cajasol), ¿cómo está el equipo de moral?

Estamos un poco tristes porque no estamos jugando como estamos acostumbrados. Pero estamos preparándonos bien en los entrenamientos y para nosotros esto no cambia nuestra mentalidad. El baloncesto es mucho físico pero es mentalidad también. Tenemos muchos jugadores que deben subir su nivel.

El equipo ha mostrado cierta irregularidad, con cuartos muy buenos y otros muy malos, ¿cómo se explican esto en el vestuario?

No puedo explicarlo, creo que es algo de mentalidad. Hay que jugar 40 minutos y tenemos muchos altibajos durante los partidos: cinco minutos bien, cinco minutos muy, muy mal.

En Sevilla jugamos bastante bien durante 33 minutos, solo en el fin del tercer cuarto perdimos el partido porque ellos anotaron 15 puntos seguidos y nosotros cero. Es difícil ganar partidos cuando hacemos eso.

Una de las cosas que más le está costando al equipo es el rebote, ¿están tratando de trabajar ese aspecto especialmente?

Nosotros no somos un equipo tan grande como otros y eso hace que nos cueste el rebote. Pero estamos trabajando en este tema en los entrenamientos. Coger los rebotes es una cuestión de alma, no solo de cuerpo. No es táctica, es mentalidad y nada más.

Con un balance de una victoria y cuatro derrotas, el partido del próximo sábado contra Estudiantes es una prueba de fuego.

Es el partido más importante de la temporada hasta ahora, porque Estudiantes tiene una victoria y cuatro derrotas también. Para mí Estudiantes es un buen equipo, tienen un buen entrenador como Txus Vidorreta, al que conozco mucho, y buenos jugadores.

Pero la Liga Endesa es muy difícil, todos los partidos lo son. Tenemos que ganar en casa, necesitamos que la gente nos apoye para que podamos ganar.

Tras una larga carrera en la Liga Endesa durante once temporadas, tiene un nuevo desafío aquí en Fuenlabrada, ¿cómo lo enfoca?

Es definitivamente un desafío diferente para mí, desde luego. Viniendo de sitios como Panathinaikos o Málaga, es totalmente diferente. Pero estoy aquí para jugar al baloncesto y creo en el proyecto.

Tenemos una mezcla de buenos veteranos y jugadores jóvenes. Y tenemos un proyecto por el que estamos aquí, una idea para construir cada día, con siete nuevos jugadores es difícil. Es un gran cambio, necesitas tiempo sí o sí, necesitas tiempo para unir a todos en el mismo juego. Pero sí, deseaba estar aquí.

¿Qué pensaba del Fuenlabrada antes de venir y qué piensa ahora?

Sabía que esta era una cancha difícil para jugar, por la afición y por el lugar. Creo que en diez años en España tan solo he ganado una o dos veces aquí. En diez años, así que imagínate lo difícil que es.

Además hay una gran afición aquí, el equipo es como una familia. Todos los empleados llevan muchos años trabajando en las oficinas, los entrenadores y técnicos conocen la ciudad, a los jugadores, la organización... Es todo muy agradable.

¿Cuáles son tus expectativas para el Fuenlabrada este año?

Creo que este año tenemos que ser ambiciosos, el equipo tiene que serlo. Sobre el papel, tenemos un gran equipo, pero tenemos que mostrarlo en la pista. Como dije antes, tenemos un grupo de veteranos como Montañez, yo mismo, Cabezas, gente con experiencia y también chicos nuevos. Va a llevar tiempo conocernos y saber cómo jugar como un equipo. Tenemos que ser más consistentes en nuestro juego.

¿Qué piensa sobre su entrenador, Chus Mateo?

Me encanta Chus. Lo primero, es una gran persona y eso es lo más importante en el mundo del baloncesto hoy, ser una buena persona. Me gustan sus ideas, su estilo, le gusta jugar con un jugador en el poste y cuatro jugadores fuera. Estoy feliz de jugar con él.

Alguna vez dijo que Carlos Cabezas era uno de los mejores bases de la ACB.

Sí. Carlos ha tenido una larga carrera, como la mía, ha jugado para grandes equipos, en el Khimki o en Málaga durante muchos años, y conoce muy bien la liga. Es importante tener jugadores que conozcan la ACB, los árbitros, la atmósfera. Que sea nuestro líder en la pista es importante.

En Fuenlabrada se encuentra con Román Montañez, excompañero en y gran amigo suyo. Supongo que es un punto extra para estar en Fuenlabrada.

Sí, desde hace muchos años. Me hace sentir más cómodo que él esté aquí, estar con jugadores con los que has jugado antes. Es un veterano, lleva más tiempo jugando que yo o que Carlos (Cabezas), ayuda mucho a los jóvenes y es un ganador.

Tengo entendido que su hijo se llama Román por Montañez.

Sí, es cierto. Mi hijo, mi otra hija y mi mujer están en Estados Unidos. Así que estoy aquí solo. Es algo un poco triste pero bueno, somos profesionales y tenemos que aguantar estas cosas.

¿Le gusta el baloncesto a Román?

Le gusta todo y practica fútbol, baloncesto, hockey...

Tiene dos temporadas firmadas con Fuenlabrada. ¿Qué expectativas tiene para su futuro?

Estoy aquí porque todavía tengo hambre de jugar al baloncesto, por jugar buen baloncesto de equipo. Soy ambicioso respecto al equipo, creo que podemos luchar duro, incluso llegar a la Copa del Rey o a los playoff, ¿por qué no? Tenemos un buen equipo y el apoyo de la gente.

Todavía tengo mucho baloncesto en la sangre y estoy feliz jugando. Cuando note que no estoy feliz será el momento de pasar a otra cosa. Pero ahora mismo me encuentro bien y soy feliz aquí.