Alagie Sonko y Tijan Keita son dos atletas gambianos que se encuentran en España en calidad de refugiados.
La historia de los dos jóvenes cambió cuando Tijan, refugiado religioso, conoció en el metro a David Madroñero: "Me contó un poco su historia, que había ido a un mundial, que había quedado quinto y que era muy bueno en su país pero que por circunstancias había acabado aquí. Entonces le di mi número y al día siguiente se vino a entrenar".
Alfonso Sánchez, entrenador nacional de atletismo, asegura que no tardó "nada" en darse cuenta de que Tijan contaba con unas "condiciones fantásticas", de "categoría internacional".
Asimismo, incorporó a Alagie, refugiado político, a la historia cuando Tijan le comentó que "tenía un amigo que también corría". De este, Alfonso también afirma que tiene "unas cualidades innatas brutales".
"Me duele mucho ver el talento desperdiciado. Ver a alguien con cualidades y que acabe en un top manta o delinquiendo me duele. Todo lo que hago es por ellos y si eso les sirve para insertarse en la sociedad y tener un futuro en España pues bienvenido sea", afirma Alfonso Sánchez.
