El Pleno del Ayuntamiento de Morata de Tajuña aprobó con los votos a favor del Equipo de Gobierno y la abstención del PP, la eliminación de la tasa de terrazas para todo el año 2020. El objetivo de la iniciativa es ayudar a la reactivación del sector de la hostelería y restauración tras la crisis generada por el covid 19.
Esta medida de carácter fiscal beneficiará a más de una docena de bares y restaurantes que, desde la entrada en vigor de la Fase 2 en la Comunidad de Madrid, ya disfrutan de un mayor espacio para los veladores decretado por el ayuntamiento con el fin de contar con un mayor aforo dentro de las medidas de seguridad que exige el Gobierno. Serán en torno a 11.000 euros los que el Consistorio deje de percibir con una medida calificada por la concejal de Comercio, Juani Serrano, como “justa y necesaria”.
Otras medidas para apoyar al comercio
"Las administraciones tenemos que dar pasos hacia adelante para minimizar el impacto negativo que esta crisis está causando en las empresas, trabajadores y autónomos de nuestro pueblo. Ellos van a ser el eje del plan de reactivación que presentaremos próximamente y en cuya confección estamos trabajando con todos los agentes sociales”, ha explicado el alcalde, Ángel Sánchez.
La exención del pago de tasas no es la única medida que el Ayuntamiento de Morata ha llevado a cabo para apoyar y dinamizar el comercio y la hostelería morateños. Desde que comenzó la pandemia, se puso en marcha un programa de desinfección con ozono; se han repartido dos centenares de mascarillas FFP2 entre los trabajadores de los establecimientos y cerca de 1.000 pares de guantes; y se han desinfectado regularmente las entradas y aledaños de los comercios.
Test
Iniciativas que se suman a la campaña de detección del coronavirus con test serológicos a más de 700 profesionales que están expuestos al público, en el que fue uno de los primeros muestreos de la enfermedad en toda España.
Entre otras de las iniciativas aprobadas en el Pleno de ayer está el dictamen de baja del proyecto para la construcción de una casita de niños que agrupase a las dos actuales, así como una sala de música en el mismo inmueble. Una inversión con cargo al Plan de Inversión Regional (PIR) que la Dirección General de Administración Local rechazó por considerar que el Ayuntamiento no tenía competencia para dicha inversión, en contra del criterio de la Dirección de Área Territorial de Educación de la propia Comunidad de Madrid.
