El jefe del Ejecutivo en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, respetará el "calendario" que mejor se adapte a las "necesidades organizativas" del PSOE, confiado en que "si hay voluntad todo puede hacerse" para evitar una nueva convocatoria electoral y que se constituya un Gobierno antes del 31 de octubre, cuando de no haber un presidente investido se disolverían las Cortes Generales.
Así lo expresó la vicepresidenta y portavoz del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, un día después de que Rajoy asegurase que no planteará "ninguna condición" al PSOE para negociar la investidura y que Fernández subrayase que el PSOE podrá abstenerse o no pero "en ningún caso" le va a dar "estabilidad" y el PP se la tendrá ganar "en el día a día".
"El PSOE está llamado a celebrar una serie de reuniones organizativas y creo que si hay voluntad todo puede hacerse y por nuestra parte hay voluntad, así que intentaremos articular entre todos el calendario que mejor se adapte" a las "necesidades organizativas de unos" y al calendario general institucional, explicó la 'número dos' del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Por tanto, el PP dejará que el PSOE desarrolle sus reuniones en los próximos días, que "tome las decisiones que estime" y, a partir de ahí, el PP "podrá, en su caso, plantear las cuestiones que estime oportunas". "Vamos a dejar trabajar en el ritmo que consideren oportuno al PSOE", subrayó Sáenz de Santamaría.
"RESPETO A LOS PLAZOS"
Incidió en el "respeto" a los "plazos" de las propias convocatorias del PSOE, que tendrá que decidir en la próxima reunión de su Comité Federal el sentido de su voto en una eventual investidura para que Mariano Rajoy sea reelegido presidente del Gobierno. En consecuencia, Rajoy se adaptará al PSOE "dentro del margen que la Constitución nos da para que haya esa investidura".
Sáenz de Santamaría hizo hincapié, como hiciera ayer Rajoy, en que no pondrán "condiciones" al PSOE, ya que el PP "quiere trabajar para lograr la investidura de un Gobierno que pueda mantener la recuperación y seguir trabajando por el objetivo general de todo los españoles, que es asentar la recuperación y salir definitivamente de la crisis".
Dicho esto, la vicepresidenta en funciones celebró que el líder del PP, Mariano Rajoy, haya recuperado "la normalidad institucional del diálogo" con el PSOE y agregó que "es algo bueno y un paso positivo" que se estén produciendo conversaciones con el presidente de la Comisión Gestora del Partido Socialista, Javier Fernández.
"NORMALIDAD INSTITUCIONAL"
"Creo que es bueno que hayamos, de alguna manera, recuperado la normalidad institucional del diálogo. Es un paso positivo", sentenció, para a renglón seguido señalar que "lógicamente" es Rajoy quien "pilota de primera mano" los contactos con Fernández, con quien por el momento ha hablado en dos ocasiones.
Asimismo, manifestó que si se produjera próximamente una reunión entre el líder del PP y el presidente de la Gestora del PSOE se "informaría en los términos que se convinieran" y siempre siguiendo "la doctrina ya asentada" del PP de que los encuentros con otros dirigentes políticos deben ser "al gusto del consumidor". "Se les informará del contenido de esa reunión, que yo no puedo anticipar", insistió.
Por parte del líder del PP, prosiguió, habrá la "máxima colaboración" para llegar al objetivo principal de evitar unas terceras elecciones y conformar un Gobierno "que pueda trabajar". En esta línea, defendió que en este momento todos los líderes políticos están "obligados" a "colaborar en la mejor medida" para lograr que España tenga un Gobierno "que pueda mantener la recuperación" y "seguir generando bienestar".
Así las cosas, volvió a poner sobre la mesa la misma "amplia oferta" que el PP hizo al PSOE tras las elecciones del 20-D. "Siempre hemos sido defensores de un Gobierno de un acuerdo amplio, y si no, la posibilidad de llegar a acuerdos en temas importantes", sintetizó, al tiempo que recalcó que "hay una variedad de opciones que al PSOE le corresponde valorar".
