Día Mundial del Celiaco

Hablamos con los doctores Luis Gutiérrez Serantes y Yago González Lama, portavoz de la Sociedad Española de Patología Digestiva.

La celiaquía es una enfermedad que se caracteriza por la intolerancia al gluten, la proteína fundamental que se encuentra en las harinas de los cereales más comunes, como el trigo, el centeno, la avena o la cebada. La ingesta del gluten provoca una reacción del intestino, que se va lesionando y se traduce en forma de molestias o síntomas.

Las formas típicas de la celiaquía tardan entre dos o tres meses en diagnosticarse desde el momento de la sospecha pero las atípicas pueden tardar entre dos y tres años. Más de la mitad de la población española tiene el condicionante genético para desarrollar la celiaquía, pero solo una de cada 200 acaba siendo celíaca. El 15% de los casos de celiaquía son formas atípicas difíciles de diagnosticar.

ERRORES

Eliminar el gluten de la dieta de las personas sanas es un error que puede favorecer el aumento de casos de difícil diagnóstico. Las formas típicas de celiaquía se caracterizan por síntomas digestivos típicos como estos: diarrea, dolor abdominal, hinchazón después de comer, náuseas y vómitos, astenia, anorexia o pérdida de peso.

También hay formas atípicas que dan síntomas no digestivos como la anemia ferropénica crónica, las alteraciones menstruales, los abortos de repetición, los trastornos de la coagulación e, incluso, los trastornos psiquiátricos. Para dar con el diagnóstico se realiza una analítica de sangre o serología para detectar la presencia de anticuerpos de la celiaquía, en particular de la enzima glutaminasa, y luego una gastroscopia para practicar biopsias duodenales.

Por cierto que en los últimos años se habla de un síndrome relacionado con el gluten, la llamada sensibilidad al gluten no celíaca. Se estima que el 10% de los españoles son sensibles al gluten y que en algunos casos tienen un falso diagnóstico de síndrome de intestino irritable.

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