Cae en Madrid un grupo de albaneses que asaltó 50 chalés de lujo en tan solo un mes

Cae en Madrid un grupo de albaneses que asaltó 50 chalés de lujo en tan solo un mes

La Guardia Civil ha detenido a cinco albaneses acusados de desvalijar cincuenta chalés de lujo en urbanizaciones de la Comunidad de Madrid en tan solo un mes. La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y la comandante María Dolores Gimeno han dado cuenta en rueda de prensa de los detalles de esta operación, que ha concluido con el ingreso en prisión de los cinco detenidos, de edades comprendidas entre los 24 y los 39 años.

Según las investigaciones, los arrestados aprovechaban el período legal de tres meses para permanecer en España para perpetrar los robos y regresar a su país sin dejar rastro. Al parecer, su intención era realiza ese tipo de acciones en Cataluña, ya que dos de ellos fueron detenidos en Barcelona en noviembre. Sin embargo, tras su puesta en libertad se trasladaron a Madrid, alquilaron pisos en la capital y centraron su actividad delictiva en urbanizaciones de lujo ubicadas cerca de las autovías A-1 y A-6.

Guadarrama, Las Rozas, Majadahonda, Torrelodones, Galapagar, Alpedrete, Collado Villalba, Becerril de la Sierra, Colmenar Viejo, Algete, Paracuellos del Jarama, Alcobendas, Pozuelo de Alarcón y la zona de Aravaca son los lugares en los que actuaba la banda. Tras detectarse un incremento de robos en urbanizaciones de alto poder adquisitivo de esas localidades, la Guardia Civil inició una investigación que le llevó hasta el cabecilla de este grupo. Siempre en horario de tarde o noche, estos individuos estudiaban detenidamente la zona y elegían los chalés (2 ó 3 al día) que iban a asaltar.

Una vez seleccionados, aparcaban el coche en las inmediaciones, saltaban la valla perimetral de la cada, escalaban hacia la planta primera o segunda y en cuestión de minutos se apoderaban de todos los objetos de valor: joyas, relojes, móviles, otros elementos electrónicos, gafas de sol, carteras, bolsos de marca, regalos de boda y otros de valor sentimental.

Inmediatamente abandonaban el chalé y se dirigían a las autovías a gran velocidad, con un peligro evidente para el tráfico, según ha resaltado Dancausa. Por lo general, actuaban cuatro de ellos y en algunos casos lo hacían incluso con los moradores del chalé dentro, que si se percataban de la presencia de los cacos, intentaban esconderse en alguna habitación ante el temor de que les agredieran.

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