Guillermo y Catalina ya son marido y mujer. El instante del compromiso matrimonial ha sido el minuto de oro de esta Boda de campanillas, un enlace real y de cuento que los británicos recordarán siempre. Los novios han sido el centro de atención durante la hora larga que ha durado comenzar la ceremonia. Él le ha susurrado a ella un tenue estás preciosa antes de darse mutuamente el sí quiero. Hace menos de una hora, salían de la Abadía en la carroza rumbo al Palacio de Buckingham.
